Los granos de cacao llegaron a tener tanto valor entre los indígenas que sirvieron durante mucho tiempo tanto de moneda como de alimento, presentes constantemente en los mercados de los príncipes mayas.
1. El chocolate en la época Prehispánica. 2. El chocolate en Europa. 3. El chocolate en la época actual.
1. EL CHOCOLATE EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA.
El chocolate sin duda alguna es un reflejo de la historia universal. Pese a que el árbol del cacao fue desconocido por mucho tiempo en el Viejo Mundo, cuando por fin fue descubierto, los indígenas creían que los únicos que podían acceder a los frutos de dicho árbol eran sus Dioses, es por ello que lo denominaron teobroma “alimento de los dioses”.
Los granos de cacao llegaron a tener tanto valor entre los indígenas que sirvieron durante mucho tiempo tanto de moneda como de alimento, presentes constantemente en los mercados de los príncipes mayas. El valor y la importancia de los granos de cacao perduraron y mantuvieron su doble uso hasta la llegada del imperio azteca, grupo étnico que le dio el nombre de “cacahuatl”. Con el tiempo, el “cacahuatl” se convirtió en la única moneda de validez universal, utilizada por todas las provincias para pagar impuestos a los soberanos aztecas.
Las semillas se consumían con un sabor amargo hasta que inesperadamente alguien descubrió que dichas semillas cambiaban y endulzaban su sabor cuando caían en la tierra, germinaban en el calor húmedo y se descomponían, quizá el proceso no resultaba atractivo pero bastaba con lavarlas, frotarlas y morderlas para olvidar dicho proceso, el sabor mejoraba y el aroma se conservaba en mayor medida. El descubrimiento que mejoró el sabor, también motivó a los indígenas a comenzar a intervenir en el proceso y fue así como se incrementó la producción de los granos.
Los granos de cacao además de llenar el estómago debido a su alto contenido en grasa, proteína y féculas, proporcionan cierta euforia, gracias a los alcaloides que lo integran: cafeína y teobromina y por tanto, se convirtieron en parte importante de la alimentación indígena.
Con el tiempo el “cacahuatl” se convirtió en “xocolatl”, la bebida fue resultado de un trabajo hecho por esclavos, quienes batían y batían hasta que la masa de cacao formaba un remolino y flotaba en el agua, por lo menos hasta el momento de servirse. La bebida era consumida por la mayor parte de los indígenas. Incluso, se sabe que Moctezuma tomaba “xocolatl” varias veces al día en una copa de oro.
Curiosamente el xocolatl era preparado con diversos aditamentos, mientras los indios de clases altas lo preparaban con vainilla, miel silvestre, jugo de agave e incluso hasta con chile; los españoles lo preparaban con anís, canela, almendras y avellana. Por otro lado, los campesinos y soldados lo mezclaban con alguna especia y agua, agitándolo hasta convertirlo en espuma. Cada uno le daba su toque.
La bebida fue tan importante entre indígenas y españoles, que la consideraban un energizante, los ayudaba a mantenerse fuertes frente a cualquier adversidad, incluso Hernán Cortés aseguraba que la bebida había sido fundamental para sus soldados en batalla.
2. EL CHOCOLATE EN EUROPA.
El chocolate tuvo gran auge entre los españoles que sustituyeron la embriaguez por éste, entre otras cosas debido a que no quebrantaba el ayuno según lo dicho por la Iglesia. La bebida poco a poco cobró importancia en la sociedad y se convirtió en el acompañamiento clásico, ingerido tanto por hombres como mujeres, varias veces al día, en diversos eventos y en diferentes presentaciones.
La sociedad femenina se reunía al atardecer en amplios salones y las camareras llegaban a ofrecer las confituras secas, chocolate con helado, chocolate caliente y chocolate preparado. Había mujeres que tomaban hasta seis tazas de chocolate, una detrás de otra.
El cacao únicamente se cultivaba en países que pertenecían a la corona española y portuguesa; por tal motivo, fue una bebida española por largo tiempo. Sin embargo, hacia 1600 los italianos conocieron la bebida y de esta forma inició la importación de la misma. El chocolate se dio a conocer y fue motivo de odas y cantares. Incluso en países como Venecia, Londres y Holanda se abrieron los primeros salones de chocolate. Fue así como el chocolate como bebida se convirtió en todo un acontecimiento social a nivel internacional que tenía lugar en cafeterías y chocolaterías.
En el siglo XVII, el chocolate por fin adquirió el sabor que hoy en día conocemos y dejó de prepararse como una bebida obscura y fuerte. El cambio se debió en gran medida por la internacionalización del cacao, que llegó a ser cultivado en colonias holandesas, inglesas y francesas, lo que ocasionó una afectación al precio del cacao español y a su conocido sabor, al añadírsele la suave leche de las vacas europeas y el azúcar.
Otro evidente cambio fue su proceso de producción, mismo que llegó a ser mecanizado durante el reinado de Luis XIV.
Con esa forma y ese sabor, el chocolate fue una bebida disfrutada durante el Barroco y en toda Europa durante el Romanticismo burgués, así como actualmente sigue siendo una delicia para el paladar.
3. EL CHOCOLATE EN LA ÉPOCA ACTUAL.
Aunque los mexicanos, españoles y portugueses le digan “chocolate”, los franceses “chocolat”, los italianos “coccolato” y los alemanes “shokoland”, todos saborean este manjar de la misma forma.
Es una verdad que el chocolate sigue tendiendo importante presencia a nivel internacional, es consumido en todo el mundo debido a su exquisito sabor y a los beneficios que genera, según lo que revelan diversos estudios científicos.
Un claro ejemplo es el descubrimiento de la sustancia flavonoide contenida en el chocolate y que ayuda a mantener el corazón sano y facilitar una buena circulación sanguínea, la sustancia también favorece el intercambio de serotonina en el cerebro, lo que alivia la depresión. Según los científicos los efectos antibacterianos del cacao superan los del té verde y los del café al poseer una gran capacidad antioxidante, sustancia que ayudan a reducir el daño de las partículas cancerígenas del cuerpo.
En el caso de México, el cacao es parte de la historia, de la cultura y de la economía del país, una fuente de empleos, un pulmón para diversas regiones, principalmente para Tabasco y Chiapas. Incluso en el extranjero, México es reconocido como precursor del chocolate y sin duda el mundo agradece el descubrimiento del cacao, semilla que permite la producción de tan deliciosa golosina.
Fuente: ASCHOCO, A.C. (Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares A.C.)
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