CAFÉ Y CORAZÓN
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en los países desarrollados, entre ellos España. La cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia...
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1. Introducción.
2. Efectos del consumo de café sobre la mortalidad total y cardiovascular.
3. Café e hipertensión arterial.
3.1. Efectos agudos de la ingesta de café.
3.2. Efectos de la ingesta crónica de café.
4. Efectos del consumo de café sobre la cardiopatía isquémica.
5. Café y arritmias cardíacas.
6. Café e insuficiencia cardíaca.
7. Efectos del consumo de café sobre las enfermedades cerebrovasculares.
8. Bibliografía.
1. INTRODUCCIÓN.
Las enfermedades cardiovasculares (CV) son la principal causa de muerteen los países desarrollados, entre ellos España. La cardiopatía isquémica(con el infarto de miocardio como máximo exponente), los accidentes cerebrovascularesy la insuficiencia cardiaca son las tres principales causas de muerteCV. Si el deceso no ocurre los pacientes CV sufren discapacidad, que puedellegar a ser severa.
La aterosclerosis es el origen de muchas de estas enfermedades, de las quese conocen muy bien los principales factores de riesgo como son el consumode tabaco, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia. Precisamente,el tratamiento y control de dichos factores, junto con el seguimiento deunos estilos de vida saludables (no fumar, seguir una dieta sana y practicarejercicio físico), constituyen la mejor estrategia de prevención de las enfermedadesCV.
La relación del consumo de café con las enfermedades cardiovasculares esun tema de controversia. A pesar de que la opinión más extendida y persistente,tanto entre los profesionales de la salud como en el público en general,es que la prevención y tratamiento de las enfermedades CV debe incluirla limitación, e incluso la prohibición, del consumo de café, las evidenciascientíficas recientes empiezan a derribar algunos de los mitos que mantienenesta inercia.
2. EFECTOS DEL CONSUMO DE CAFÉ SOBRE LA MORTALIDAD TOTAL Y CARDIOVASCULAR.
Tanto en los estudios epidemiológicos poblacionales como en los ensayosclínicos, la mortalidad es la variable primaria que nadie pone en duda. Larelación del consumo de café con la mortalidad total, por enfermedades CVy por cáncer ha sido objeto de análisis en dos estudios americanos realizadossobre profesionales de la salud, el más conocido el ya mencionado Nurses'Health Study. Un total de 41.736 hombres y 86.214 mujeres sin historia previade enfermedad CV fueron seguidos durante 18 años y 24 años respectivamente.El consumo de café fue evaluado mediante cuestionarios al inicio ycada 2-4 años. Durante el seguimiento se documentaron un total de 2.049muertes CV entre los hombres y 2.368 entre las mujeres.
Tras los oportunos métodos estadísticos, se concluyó que el riesgo de fallecerpor cualquier causa era menor a medida que aumentaba el consumo de café desde menos de una taza al mes hasta seis o más tazas al día (en este últimocaso el riesgo de muerte fue hasta un 20% menor). En el caso de las mujerestambién se observó esta tendencia. Esta asociación inversa entre el consumode café y la mortalidad fue debida, principalmente, a una reducción moderadade las muertes de origen cardiovascular. El consumo de café descafeinadotambién se asoció con una pequeña reducción de la mortalidad total y CV.
Los pacientes con diabetes tipo II tienen una mayor incidencia de complicacionesCV por lo que, en general, son considerados de alto riesgo vascular.En pacientes diabéticos se ha observado que el consumo de café (a partirde tres tazas de café filtrado al día) se asocia a una reducción de la mortalidadtotal, cardiovascular y por enfermedad coronaria.
3. CAFÉ E HIPERTENSIÓN ARTERIAL.
La hipertensión arterial (HTA) es uno de los factores de riesgo CV másfrecuentes, a la vez que mejor estudiados. El tratamiento farmacológicoantihipertensivo ha demostrado ser muy eficaz en la prevención de lasenfermedades CV. Es bien sabido que hay medidas no farmacológicas quepermiten controlar la tensión arterial, entre ellas reducir el consumo de sal yde bebidas alcohólicas, perder peso, practicar ejercicio, etc. En relación conel café, es habitual que los pacientes reduzcan su consumo, bien por decisiónpropia o por recomendación de los profesionales de la salud, pero ¿qué relación existe entre la hipertensión arterial y el café?.
3.1. Efectos agudos de la ingesta de café.
Se trata de un tema controvertido, ya que hay conclusiones en sentidosopuestos. Así, se ha observado que el café tiene un efecto transitorio sobrelas cifras de Presión Arterial (PA) y Frecuencia Cardiaca (FC) que debe sertenido en cuenta cuando los pacientes acuden a la consulta.
En efecto, hasta transcurridas 4 horas después de la ingesta de café las cifrasde PA pueden permanecer ligeramente elevadas (hasta 15 mmHg de PASistólica).
Por otra parte, se han descrito efectos vasodilatadores relacionados probablementecon algunos de los antioxidantes del café. Además, el ácido clorogénico,obtenido de los extractos del grano de café, ha demostrado reducirlas cifras de PA en pacientes hipertensos.
3.2. Efectos de la ingesta crónica de café.
Se ha sugerido que el consumo crónico de café podría aumentar el riesgode desarrollar HTA. Una revisión de los ensayos clínicos realizados con unametodología rigurosa ha permitido evaluar con precisión los efectos del café o de la cafeína sobre la presión arterial (PA). Tras analizar los resultados deun total de 16 ensayos que incluyeron más de 1.000 sujetos, se observó unincremento de las cifras de PA Sistólica (PAS) y la PA Diastólica (PAD) de2 mmHg y 0,73 mmHg, respectivamente. Cuando se analizaron por separadolos ensayos realizados con café o con cafeína los resultados fueron lossiguientes: en el primer caso (media de ingesta 725 ml de café/día) los incrementosde PAS y PAD fueron de 1,22 mmHg y 0,49 mmHg, respectivamente;en cambio, en los ensayos realizados con cafeína (media de 410 mg/día)se observaron incrementos de la PA superiores (PAS 4,16 mmHg y PAD2,41 mmHg). En todos los estudios los efectos crónicos del café sobre lafrecuencia cardiaca fueron irrelevantes.
El estudio de las enfermeras americanas (Nurses' Health Study) también haayudado a clarificar este tema. Un total de 155.594 mujeres estadounidensespreviamente no hipertensas fueron seguidas durante más de 12 años a través decuestionarios que evaluaban, no solamente la ingesta de cafeína, sino también eltipo de bebidas que la podían contener. Durante el seguimiento se diagnosticaronalgo más de 33.000 nuevos casos de HTA. No se observó correlación lineal entreel consumo de cafeína y el riesgo de HTA. Al estudiar de forma individual lasclases de bebidas cafeinadas, el consumo habitual de café no se asociaba conun aumento del riesgo de HTA. Por el contrario, el consumo habitual de bebidasde “cola” se asociaba con un incremento del riesgo de HTA de manera independientea su contenido en azúcar. En adolescentes sanos, proclives al consumode bebidas “energéticas” ricas en cafeína, también se ha observado una relaciónentre el consumo de cafeína con las cifras de PA.
Una observación interesante, a la vez que sorprendente, es que el consumomoderado de café (en torno a tres tazas/día) reduce las cifras de PA enpacientes hipertensos consumidores habituales de bebidas alcohólicas.
En base a algunos de estos datos, las Guías de Práctica Clínica (GPC) sobreHTA y otros documentos dirigidos a los profesionales sanitarios recomiendanmantener el consumo moderado de café (hasta 3 tazas/día) en aquellospacientes hipertensos que lo consumen de forma habitual.
4. EFECTOS DEL CONSUMO DE CAFÉ SOBRE LA CARDIOPATÍA ISQUÉMICA.
Si bien sigue siendo un tema de debate, no existen evidencias de una relaciónentre el consumo de café y la incidencia de la Cardiopatía Isquémica engeneral, ni del Infarto de Miocardio (IAM) o la angina de pecho en particular.A pesar de ello, es habitual limitar su consumo e incluso recomendar elabandono del mismo tras haber sufrido un infarto. ¿Están justificadas estasrecomendaciones?.
En 2004 se publicó un estudio realizado sobre más de 1.900 pacientes hospitalizadospor un infarto de miocardio que incluyó una serie de cuestionariossobre el consumo de café previo al IAM. Un total de 315 pacientes fallecierondurante el seguimiento medio de 3,8 años. El consumo de café no se asoció con la mortalidad post-IAM, más bien al contrario. De hecho, varios estudioshan demostrado una asociación inversa entre el consumo de café y lamortalidad después de un IAM, que en algunos casos se sitúa cerca de unareducción de 50%.
En un estudio italiano se analizaron los hábitos dietéticos de más de 11.000pacientes que habían sufrido un IAM. Se establecieron diferentes categoríasde consumo de café: nunca o casi nunca, < 2 tazas/día, entre 2 y 4, y > 4tazas/día. Durante el seguimiento se produjeron 1.167 complicaciones CV.El consumo de café no se relacionó con la aparición de complicaciones CV,incluso la tendencia fue más bien la contraria.
Dos de los grandes estudios prospectivos realizados en los Estados Unidoscon la inclusión y seguimiento de más de 125.000 profesionales de la saludtambién han analizado esta cuestión. Tanto en hombres como en mujeres,no se observó una asociación entre el consumo de café y la incidencia deenfermedad coronaria.
Si bien existían algunos estudios retrospectivos que reportaban una asociaciónentre el consumo de café y la enfermedad coronaria, los estudios prospectivos,de mayor poder estadístico, no han podido establecer dicha relación.
Es importante indicar que el consumo de café puede comportar en algunosindividuos un mayor riesgo de cardiopatía isquémica debido a razones genéticas(polimorfismos relacionados con una metabolización más lenta de lacafeína), a los efectos de algunos de sus componentes sobre los niveles decolesterol (como los diterpenos presentes en el café hervido en puchero) oa la asociación del consumo de café con otros factores de riesgo.
5. CAFÉ Y ARRTIRMIAS CARDÍACAS.
Las arritmias como las taquicardias, extrasístoles y la fibrilación auricular (FA)son muy frecuentes entre la población. Además, debido al aumento en laesperanza de vida, la incidencia de arritmias con un riesgo potencial decomplicaciones graves, como es la FA, está en claro aumento. En algúnestudio se indica que el consumo de café es una de las causas de arritmias,por lo que es habitual que se recomiende evitar el consumo de substanciascon propiedades estimulantes, como es la cafeína. Sin embargo, no todos losautores están de acuerdo en prohibir el consumo de café en estos pacientes.
Un estudio realizado en Italia analizó la relación entre el estrés, los estilos devida y el consumo de café con la incidencia de FA. El estrés -de apariciónreciente-, la obesidad y una elevada ingesta de café -relacionada a su vezcon el estrés- se asociaron con un mayor riesgo de sufrir una FA. Un 47%(n=191) de los pacientes resolvieron de forma espontánea la arritmia. Lospacientes con obesidad y elevadas ingesta de café tuvieron un mayor riesgode permanecer en FA.
Hay sin embargo informaciones discordantes. Así, un estudio realizado enDinamarca analizó de forma prospectiva el riesgo de FA o Flutter en relacióncon el consumo de diferentes substancias que contienen cafeína. Se incluyeroncasi 48.000 sujetos seguidos durante 5,7 años cuyo consumo decafeína se estableció en categorías. Al final no se pudo constatar un aumentodel riesgo de este tipo de arritmias en sujetos con diferentes ingestas decafeína, algo que ya se había observado previamente.
6. CAFÉ E INSUFICIENCIA CARDÍACA.
La insuficiencia cardiaca congestiva (IC) es una enfermedad crónica que secaracteriza por dificultad respiratoria y edemas en las extremidades inferiores,consecuencia de la retención de agua y sodio provocada por el fallo delmúsculo cardiaco. Las causas de IC son múltiples, aunque las más frecuentesson la cardiopatía isquémica, la HTA y, con menor incidencia, las enfermedadesde las válvulas cardíacas. Debido al progresivo envejecimiento de lapoblación de los países desarrollados, la IC está alcanzando proporcionesepidémicas. El tratamiento de la IC es complejo y también incluye medidasno farmacológicas como la reducción de consumo de sal. En relación al café,no se ha demostrado que su consumo aumente ni la mortalidad ni las hospitalizacionespor IC.
7. EFECTOS DEL CONSUMO DE CAFÉ SOBRE LAS ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES.
La relación entre el consumo de café y el riesgo de accidentes cerebrovasculares,como el ictus, también ha sido objeto de estudios. Una recientepublicación del estudio de las enfermeras americanas ha analizado estaasociación durante los 24 años de seguimiento a más de 80.000 mujeres sinantecedentes de ictus, enfermedad coronaria o diabetes. El consumo de café fue evaluado al inicio del estudio en 1980 y posteriormente cada 2-4 añoshasta el año 2004 y no se observó una relación perjudicial sobre el riesgode ictus, más bien al contrario. A partir de 3-4 tazas de café al día el riesgose redujo un 20%. La asociación fue más intensa entre las no fumadoras yex fumadoras y no se observó con otras bebidas cafeinadas como el té y losrefrescos.
8. BIBLIGRAFÍA.
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Autor:
Mariano de la Figuera.
Fuente: EDIMSA
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